Se trata de una condición que afecta profundamente la vida de quienes la padecen, debido a que los filofóbicos sufren mucho puesto que no pueden enamorarse. El origen del trastorno suele estar en traumas infantiles relacionados con la familia o el entorno afectivo que generaron en complejos de inferioridad. Los que padecen de esta fobia suelen comportarse de alguna de las siguientes maneras: eligiendo relaciones imposibles donde nunca podrá enamorarse, eligiendo hombres o mujeres que terminarán dejándolo para así evitar el enamoramiento, huyendo de alguien que se haya enamorado de ellos buscándole defectos inexistentes.
La única manera de enfrentarse a esta condición es mediante la paciencia y la negación. La pareja de un filofóbico puede optar por negarle que está enamorado de él o ella, de esta manera más bajarán la guardia y menos huirán.