Como decia Karmelo Iribarren
Acabo de tirarlo,
35 minutos bajo la tormenta
-esperando un maldito taxi-
han podido con él.
¡Pero cómo se ha portado!
Ésa es la diferencia:
los taxis son como ciertos amigos,
nunca están cuando más los necesitas.
Los paraguas, en cambio, mueren por ti.
Al parecer yo tengo un paragüas de esos que aguantan tormentas y tempestades...